Pop Rock /
El último trabajo de Florence + The Machine llegó a primeros de Noviembre. Una época idónea para publicar este trabajo. Porque, además de ser fantástico a nivel compositivo, las letras nos regalan unas metáforas extraordinarias de lo que viene siendo algo sanador después de un impacto traumático. No vamos a entrar en las circunstancias que inspiran este disco, pero escuchándolo y leyendo esas letras se entiende todo perfectamente. Desde la primera hasta la última metáfora. "Everybody Scream", en realidad, nos dice todo sin esconder casi nada. Incluso la portada del disco parece una metáfora extraordinaria del génesis de esta creación.
Aquí hay curación, dolor, oscuridad, resiliencia, resistencia, algo tribal -tanto en el fondo como en las formas-, gritos furiosos y mucho de supervivencia y rebeldía por algo que la artista no parece estar dispuesta a aceptar. Hay también mucho de confesión propia, de mirar su propia historia y analizar blancos y negros. Y todo ello presentado en composiciones valientes que se presentan desde baladas austeras hasta sonidos duros y profundos que necesitan una masticación más áspera que envuelven unas letras absolutamente excelentes repletas de una poesía directa que parecen querer conjurar una resurrección magnífica.
Ya hemos hablado alguna vez en mMusic de ese tipo de artistas que lo son en todos los sentidos. Evidentemente Florence Welch es una de ellas. Una figura inigualable que es capaz de convertir su propio dolor en una obra tan extraordinaria como esta. Tampoco es extraño en la carrera de Florence + The Machine, porque "Everybody Scream" es sólo otra obra magnífica en su extraordinaria carrera...