Pop Rock /
Si casi, en los tiempos que corren, es mejor no saberlo. Quizá el título, la sintonía de todo el álbum, se deba a estos tiempos de crisis, pandemias y caos. Mezclamos noticias, información... pero no todo parece perdido. Hay luz y optimismo, sin perder el concepto de realidad. Qué bonito, qué bueno es el último disco de Nerina Pallot. Y eso que lo ha bautizado como "I Don’t Know What I’m Doing". Pues menos mal, que si no, se nos cae el mundo encima...
Doce canciones que comienzan con un arpa bucólica y una canción evocadora que, enseguida nos muestra el resto de caras, de vértices, de sentimientos y mensajes que veremos después a lo largo del disco. Aquí hay, en un envoltorio musical casi de optimismo, mensajes distintos. Hay pérdidas cantadas de forma casi épica y valiente; hay reflexiones sobre lo difícil o fácil que es vivir según nacimiento, educación y ánimos; hay reflexiones sobre las decisiones de los que mandan... y también de las nuestras, las propias que tomamos día a día en las que hay errores, aciertos y optimismo... mientras estemos juntos todo saldrá bien, a pesar de las hipotecas, las deudas y los malos momentos... eso es lo que importa. Incluso tenemos, en esas doce canciones, tiempo para la diversión sin más, sin importar lo que venga después. Y, por supuesto, musicalmente, tenemos a la Pallot más virtuosa.
Os invito a descubrir qué tema es cada uno del que os hablo. Y todos a la vez.
Nerina Pallot firma un disco de esos que son necesarios en estas épocas sombrías. Necesarios porque, sin perder el pie a la realidad, deja el poso de optimismo necesario. Todo saldrá bien, estamos convencidos de ello, incluso en los peores momentos. "I Don’t Know What I’m Doing". Pues quién lo diría. Discazo...