Pop Rock /
John Grant es uno de esos músicos que ponen sus canciones en historias. Y no al revés. Grant escribe lo que nos quiere contar. Y lo hace muy bien. Y, luego, lo presenta todo en forma de canción. "Boy From Michigan", su último trabajo, eleva este concepto a lo más alto.
El quinto álbum del estadounidense es, quizá el más ambicioso de todos. En la producción, en los arreglos y en muchos temas tocando el bajo o la guitarra, está Cate Le Bon. Y se nota. Hay mucho de ese pop sintético de la de Gales y, en este caso, con aires de Brian Eno, el Bowie de finales de los setenta o el Elton John de esa misma época, pero aderezados todos ellos con toques barrocos cargados de elementos sofisticados que parecen traídos de los ochenta y, al mismo tiempo completamente actuales. En todo ese embalaje, Grant presenta sus confesiones personales, sus miedos, sus vivencias, la homosexualidad reprimida, los terrores infantiles... pero también logra metáforas extraordinarias relacionando todo eso con la propia realidad política y social estadounidense actual.
Así, John Grant firma con su "Boy From Michigan", su album más ambicioso, quizá más personal pero, sobre todo, firma un trabajo formidable con canciones de arreglos fantásticos y melodías inolvidables. Con luces, con sombras, todo en Grant suena a otro nivel... excelente...