Pop Rock /
Que lo disfrutéis...
El último trabajo de Fleet Foxes no es fácil. "Crack-Up" requiere paciencia y participación por parte del que lo escucha. Pero la experiencia musical que se obtiene como resultado de esa involucración, es extraordinaria.
Instrumentaciones extraordinarias y arreglos magníficos en melodías inspiradas con referencias históricas. Ambientes amplios en los que exploran sonidos conectados con la naturaleza, con gotas de folk, con composiciones llenas de formas y adornos atrevidos que no lo ponen fácil a la hora de masticar. No es la intención de la banda. Han tardado seis años en publicar este material. Robin Pecknold y los suyos han macerado bien los distintos elementos para lograr algo emotivo, contradictorio, ambicioso y lleno de rincones y sorpresas. Un mundo musical sacado de la experiencia real que no termina de ser descubierto del todo.
"Crack-Up" es un disco complejo e intenso. Pero entrar en esa complejidad e intensidad es mucho más placentero si superamos un miedo inicial, si entramos de lleno en el universo musical que nos proponen los Fleet Foxes. La sensación final, pasada esa barrera, es de estar ante una obra excepcional y extraordinaria...
Fool's Errand
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