S.O.S. Murcia 2014 - Sábado 4 de Mayo 2014

S.O.S. 4.8 - Sábado 4 de Mayo 2014


El sábado llegamos al recinto cuando comenzaban los primeros acordes de Triángulo de Amor Bizarro en el escenario Estrella de Levante y las últimas notas de Neuman en el Jägermeister

Todo para abrir paso al gran conciertazo que se marcó Damon Albarn. Una actuación que alternaba intimidad y energía con una personalidad poderosa que derramó sobre el escenario toda la fuerza del cantante-compositor. Alternando guitarra y piano, comenzó con temas de su último trabajo "Everyday Robots" y, desde la elegancia con la que se presentó en el escenario, traje impecable incluido, ofreció un concierto que fue de menos a más, como debe ser, hasta meterse al público en el bolsillo con ese temazo que es "Mr.Tembo", coro de gospel incluido. Poco después de las nueve y media estaba sonando la memorable "Kingdon of Doom" (mensaje en el móvil de mi amigo Pablo Moya, escuchándolo por Radio3... se te echó mucho de menos, amigo...). Y con su coro de voces, al filo de las diez de la noche nos regaló la no menos espectacular "Tender" con la que cerraba su concierto. Albarn supo ganarse al público con sus tablas y su elegancia, con su savoir faire en el escenario y mezclándose con el público, que coreó la mayoría de sus temas, viejos y nuevos, en uno de esos conciertos que sorprenden porque se esperan con cierto recelo y resultan inolvidables...

En ese descanso hasta Phoenix elegimos a la Habitación Roja en el escenario DAS en detrimento de Leon Benavente, que tocaba en el Jägermeister, y del que me hablaron maravillas de su actuación. A ver si lo puedo disfrutar en otra ocasión. Aún así la espera se hizo corta porque en muy poco tiempo empezaron a sonar las notas de "Entertainment", la canción que abre Bankrupt!, el último disco de los franceses, y que también abrió -y cerró- la extraordinaria actuación de los de Versalles. Un concierto al que, sin embargo, le faltó durante algunos momentos algo de cercanía. Phoenix hacen muy buena música. Y la interpretan muy bien. Son correctos, casi impolutos en su ejecución... tanto que, en ocasiones, parecen despegarse del público que les sigue... quizá, en mi memoria, seguía demasiado latente el calor de Damon Albarn... esa extraña sensación la corrigió de una forma excelente el cantante de la banda, Thomas Mars, que decidió coger las riendas de una actuación que se les iba de las manos y terminó convenciendo gracias a mezclarse con el público de una forma, incluso, arriesgada... bien por ellos y por su valentía a la hora de saber aprovechar las oportunidades... 

Al terminar los franceses, breve escapada para escuchar algo de Miss Caffeina y nuevamente al escenario principal para ver uno de los platos fuertes de la noche, Pet Shop Boys, que llenaron el SOS de sonido, luz, videoproyecciones, performances y una escenografía impecable. Con toda su parafernalia escénica repasaron en formato música de baile éxitos como "West End Girls", "Always On My Mind.", "It's a Sin" o "Suburbia" (...sí Marianne, tocaron ese tema, te lo aseguro...), terminando con un glorioso "Go West" que levantó al público, literalmente... Uno de esos conciertos que hay que ver una vez en la vida, sí señor...

En este sábado dejamos un poco abandonado el Jägermeister, porque, tras los Pet Shop Boys volvimos al escenario DAS a descansar y comer algo -los años no pasan en balde-.
Allí pudimos comprobar, en los últimos temas de su actuación, el tirón mediático y exitoso por el que está pasando Mario Vaquerizo y sus Nancys Rubias. Impresionante y sorprendente la capacidad exhibicionista de Vaquerizo para atraer personal y conseguir adictos...

Una verdadera alegría ver disfrutar y bailar a mis amigas Marianne y Bárbara con la música de Fangoria. "A quién le importa" o "No se qué me das" son temas que funcionan como un resorte y hay que acercarse a ellos con el mismo espíritu que lo hicimos nosotros, Miguel y Alejandro incluidos: bailar y divertirnos tarareando unas canciones que forman parte, queramos o no, del imaginario musical de nuestras vidas. Incluso Alaska hizo comentarios acerca de actuar en el escenario principal tras los grandiosos Pet Shop Boys. Todos mis respetos... 

Y sin esperar por Erol Alkan -insisto, los años no pasan en balde- despedimos nuestro SOS particular. Un SOS que, como siempre ha estado bien organizado, sin colas en las barras, aunque este año sí que ha habido esperar en la de los aseos y, al principio, a la hora de recoger entradas, acreditaciones, etc... Pequeños defectos que se perdonan en un festival que va cogiendo solera, que se ha convertido en uno de esos indispensables del panorama festivalero actual y que cada uno de nosotros vive a su manera y disfruta como quiere. En mi caso, y aunque se echó en falta gente querida, con una compañía y unos amigos tan estupendos que, al final, todo se hizo demasiado corto. Como os comentaba al inicio de la crónica anterior, lo mejor, sin duda alguna, la compañía con la que he podido disfrutar este SOS... sí "mencanta" ir de festival con vosotros... Gracias... 








Que lo disfrutéis...