Rock/ Cantautor /
En el último disco de Kurt Vile hay un punto irresistible de rock clásico que sigue la estela de su "Smoke Ring for my Halo". Aunque éste nuevo disco, que lleva por título "Wakin on a Pretty Daze" es un poco más cercano y familiar, más alejado de esa especie de tono maldito que parece tienen que llevar todas las melodías rock de cantante al que las cicatrices de la vida y el alcohol le ayudan a componer canciones. De hecho, el vídeo del primer single "Never Run Away" es una especie de grabación casera en la que el propio Kurt nos pone el disco para que escuchemos el tema en cuestión, en una habitación de su casa mientras ¿su hija? aparece y desaparece de la escena...
En este caso, los once temas del disco tienen un sabor adulto, maduro y tranquilo. Lejos de los límites estereotipos del rock de autor. Es un disco para escuchar con calma. Olvidaos de drogas, sexo y todas esas zarandajas... "Wakin on..." es un trabajo amable, con cierto aire a mantra rockero, (los temas que abren y cierran el disco rondan los diez minutos, 30 segundos arriba y abajo...) a veces sonido descansado, a veces cabezada de reflexión... pero en ningún caso aburrido, en ningún caso trivial y, por supuesto, en ningún caso, de baja calidad...
Las melodías giran en torno a la guitarra y la voz de Vile. Y ambos elementos parecen balancearse entre un aire pacífico y majestuoso. No hay estridencias, no hay gritos desesperados. Porque no es un rock maldito sino casero, cercano, suave desde una aparente oscuridad. Con una voz entre Cass McCombs, Tom Petty y Lou Reed, si todos ellos le cantasen a un día apacible y soleado...
Pero os aseguro que "Wakin on a Pretty Daze" va atrapando poco a poco hasta conquistar definitivamente. Sin aspavientos ni maldiciones. Sólo con una calidad que se va saboreando gota a gota, lentamente... Al ritmo que quiere madurarlo Kurt Vile desde su apacible y hogareña vida... Para regalarnos un disco precioso y espectacular...
Que lo disfrutéis...
En el último disco de Kurt Vile hay un punto irresistible de rock clásico que sigue la estela de su "Smoke Ring for my Halo". Aunque éste nuevo disco, que lleva por título "Wakin on a Pretty Daze" es un poco más cercano y familiar, más alejado de esa especie de tono maldito que parece tienen que llevar todas las melodías rock de cantante al que las cicatrices de la vida y el alcohol le ayudan a componer canciones. De hecho, el vídeo del primer single "Never Run Away" es una especie de grabación casera en la que el propio Kurt nos pone el disco para que escuchemos el tema en cuestión, en una habitación de su casa mientras ¿su hija? aparece y desaparece de la escena...
En este caso, los once temas del disco tienen un sabor adulto, maduro y tranquilo. Lejos de los límites estereotipos del rock de autor. Es un disco para escuchar con calma. Olvidaos de drogas, sexo y todas esas zarandajas... "Wakin on..." es un trabajo amable, con cierto aire a mantra rockero, (los temas que abren y cierran el disco rondan los diez minutos, 30 segundos arriba y abajo...) a veces sonido descansado, a veces cabezada de reflexión... pero en ningún caso aburrido, en ningún caso trivial y, por supuesto, en ningún caso, de baja calidad...
Las melodías giran en torno a la guitarra y la voz de Vile. Y ambos elementos parecen balancearse entre un aire pacífico y majestuoso. No hay estridencias, no hay gritos desesperados. Porque no es un rock maldito sino casero, cercano, suave desde una aparente oscuridad. Con una voz entre Cass McCombs, Tom Petty y Lou Reed, si todos ellos le cantasen a un día apacible y soleado...
Pero os aseguro que "Wakin on a Pretty Daze" va atrapando poco a poco hasta conquistar definitivamente. Sin aspavientos ni maldiciones. Sólo con una calidad que se va saboreando gota a gota, lentamente... Al ritmo que quiere madurarlo Kurt Vile desde su apacible y hogareña vida... Para regalarnos un disco precioso y espectacular...
Waking on a Pretty Day"
Never Run Away
Que lo disfrutéis...