Johnny Marr – “The Messenger” (2013) - Por Pablo L. Moya...

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(...Hoy os traigo la crítica del disco de Johnny Marr, "The Messenger", pero esta vez no la hago yo, la hace mi muy querido amigo Pablo Moya, auténtico experto en Morrisey y Marr, os lo aseguro... quién mejor que él... disfrutad...)

Johnny Marr – “The Messenger” (2013) - Por Pablo L. Moya.

"Johnny Marr ha administrado desde siempre de manera magistral sus porcentajes. Desde su era a pachas con Morrissey – dejando de un lado a Rourke y Joyce, al menos en el tema de royalties – hasta sus deslumbrantes colaboraciones y diversos proyectos desde la separación de The Smiths: The Pretenders, Bryan Ferry, Pet Shop Boys, The The, Kirsty MacColl, Talking Heads, Electronic, Neil Finn, junto a Ian McCulloch en Electrafixion, Lisa Germano… y así podríamos estar hasta el infinito. En estos proyectos, y especialmente en sus últimas colaboraciones - más acertadas - junto a The Cribs o Modest Mouse, sus porcentajes de participación nunca excedían del fifty-fifty y la siempre provechosa aportación del virtuoso de Marr era un soplo de aire fresco para sus compañeros de viaje. Su primer tropezón serio se lo llevaría con la publicación de su primer disco en solitario, “Boomslang”, como Johnny Marr & The Healers, 100% Johnny Marr aunque estuviese enmascarado como un proyecto-banda, junto a Zack Starkey a la batería (hijo del mítico Ringo Starr) y el exKula Shaker Alonza Bevan al bajo. El disco pasó sin pena ni gloria dejando para la posteridad su solvencia y técnica ante las seis cuerdas y, desgraciadamente, la indiferente actitud vocal de Johnny para la interpretación. Ni frío ni calor. Y este inicio de año, siete años después de este cuasi-fiasco, regresa de nuevo a la palestra con otro porcentaje 100% Marr e intentar hacernos olvidar el sabor agridulce que dejó con su anterior desliz/disco. Para esta ocasión Johnny ha enrolado a una sección rítmica que suena de lo más compacta con Max James al bajo, la batería de Jack Mitchell y James Doviak a los teclados. También sus hijos Sonny y Nile Marr (Man Made) aportan guitarras y coros en algunos de los temas.

Y es que el recién publicado “The Messenger”, grabado entre Manchester y Berlín y masterizado en Abbey Road, deja un sentimiento bastante glacial en sus primeras escuchas, especialmente para los que han seguido su trayectoria y saben de las posibilidades que como guitarrista y compositor puede llegar a tener. Ha tenido la intención, al igual que le pasó en su anterior trabajo junto a The Healers, de camuflarse entre sus contemporáneos aunque haya nacido un par de décadas antes que los jóvenes que copan la portada del NME, algo que, por otra parte, es digno de elogio. Es lo que ocurre al escuchar el tema que cierra el disco. Con “Word starts Attack” da la impresión de que el reproductor ha saltado inesperadamente hasta un disco de Franz Ferdinand. Y aparte están las referencias claras que se van desmenuzando del disco. Algunos riffs parecen prestados por el mismísimo Pete Townsend, otro grande de las seis cuerdas. “New Town Velocity”, quizás uno de los mejores temas del disco, posee una melodía y un estribillo que podría haber sido cantado por Bernard Sumner o estar incluida en “Republic” de New Order. O ese “Sun & Moon” que por momentos parece que vaya a desembocar en el “All day and all of the night” de los Kinks. Referencias que ha tenido desde siempre el mancuniano. Pese a todo el álbum contiene buenas canciones como “European me”, “Say Demesne”, “The right thing right”, el ya mencionado “New Town Velocity” o el tema que da título al disco. Y algo que llama enormemente la atención es que se haya quedado fuera del listado definitivo de canciones un tema como “Psychic begginer”, que habitualmente suele interpretar en directo, y que supera en calidad a buena parte del material que compone “The Messenger”; al final ha sido relegado a la cara B del single “Upstarts”.

Y tanta diatriba en contra de Johnny Marr no es porque haya facturado un disco “pasable” – aunque en muchos medios se haya alabado su esperado regreso – sino porque él, conociendo su historial y su talento, puede hacer un trabajo de mayor envergadura, o al menos eso deseamos algunos. No es que suspiremos por un nuevo "Meat is Murder", "The Queen is dead" o "Strangeways, here we come". Hay que mirar hacia delante y evolucionar, pero quizás en ese intento de avanzar de la impresión de que Johnny ha dado un paso atrás. O como mucho se ha quedado plantado. Esperemos que en el futuro los trabajos de Johnny Marr en solitario no nos dejen un cancionero tan anodino.

Un saludo y feliz escucha."



Johnny Marr – “The Messsenger”.   


                                                                                  
Johnny Marr – “Upstarts”.



Johnny Marr – “European me”.


Pues eso... que lo disfrutéis... muchas Gracias, Pablo...