El Deleste Festival nace con una ídea y un concepto tan genial como necesarios, que se vieron plasmados por fin el pasado sábado 20 de Octubre en el Espai La Rambleta de Valencia.
La organización cumplió con creces lo que prometió previamente; un lugar donde escuchar música de una forma muy distinta a como se hace en otros festivales. Un sitio cómodo, agradable, adulto... la posibilidad de estar viendo a Josh T. Pearson con un Gin Tonic en la mano, pero sentado en una confortable butaca de un coqueto auditorio...
Un recinto restringido a un número limitado de personas logró que, en ningún momento hubiese sensación de agobio o aglomeración. Nada de colas, nada de esperas, nada de empujones... todo tranquilo, con la libertad del que pasea de un auditorio a un escenario y viceversa. Copas a un precio asequible con múltiples barras que servían rápido y bien. Todos los que estaban se afanaban en ser amables y simpáticos, logrando que los que nos encontrábamos allí nos sintierámos, no sólo cómodos, sino como en nuestra propia casa...
En el exterior un animado stand con Dj no dejó de sonar pese a la insistente llovizna que iba y venía, pero dejaba márgen para bailar y echarse un cigarrito. En el interior, zonas Chill Out, sofás enormes y salas inmensas donde se disfrutaba de espacio suficiente para disfrutar de aquel entorno tan amable...
Una idea inmejorable, con un cartel de altísimo nivel...
No entraré a valorar todos los conciertos, ni su calidad indudable. Haría de este comentario un texto interminable. Sólo deciros que el festival empezó por la mañana con Soledad Vélez, Tórtel, Mear en la Nieve y Modelo de Respuesta Polar, todos ellos de forma gratuita.
Ya por la tarde, Castlevanians, Cuchillo, Templeton, McEnroe, Beach Beach, Jupiter Lion, y el plato fuerte de los conciertos que tuvieron lugar en los auditorios: Josh T. Pearson en su único concierto nacional.
De noche, en el escenario Jagermeister, los impresionantes Nudozurdo y, -permitidme que me recree un poco-, los siempre espectaculares Fanfarlo con otro de sus inolvidables conciertos... sencillamente impresionantes...
Debido al cansancio -y a mi edad- no me quedé bailando con los Dj`s que sonaron después... ya no está el cuerpo para jotas...
En definitiva, una ídea espectacular, una forma de disfrutar de un festival de una forma diferente...que era absolutamente necesaria...
...mi amigo Pablo Moya, siempre Mocoland, al que echamos mucho de menos allí, un día, en un festival multitudinario, me dijo "...estaría bien disfrutar de esto mismo sin gente detrás hablando de otras cosas, sin prestar atención al concierto y gritando...".
... pues el Deleste Festival es justo eso... un cartel elegante para disfrutarlo de forma adulta y completa... le hubiese encantado a mi querido amigo...
Esperemos que continúe y allí estaremos el año que viene...
(A mi mujer y a mí nos acompañaron al Deleste mi amigo Nacho y su esposa Araceli... disfruté como un niño con la inmensa sabiduría musical de mi muy querido amigo Nacho Soto, miembro ilustre de Fadalack y músico de esos de los de toda la vida, de los que respiran música e instrumentos por los cuatro costados... y me reí como nunca con la simpática inteligencia de Araceli... gracias por la compañía!!!)